CIUDAD DEL
VATICANO.- El Papa elevó hoy al honor de los altares como santos de la Iglesia
católica a Cristóbal, Antonio y Juan, conocidos como los “niños mártires de
Tlaxcala”, durante una misa de canonización en la Plaza de San Pedro ante unos
35 mil fieles.
Cristóbal,
Antonio y Juan, los “Niños Mártires de Tlaxcala”, murieron asesinados por odio
a la fe en México entre 1527 y 1529. Cristóbal nació en Atlihuetzia, en el
actual estado mexicano de Tlaxcala, en el entonces Virreinato de Nueva España.
Fue hijo del cacique Acxotecatl. Su educación se debió a la labor
evangelizadora que los frailes franciscanos realizaban en la región entre los
años 1524 y 1527.
Después de
recibir el bautismo, trató de que su familia iniciara un camino de conversión y
que abandonaran la adoración de los ídolos. Este compromiso de Cristóbal por la
conversión de su familia provocó el rechazo de su progenitor, que no dudó en
responder con violencia ante su hijo hasta provocar su muerte.
Por su
parte, Antonio y Juan nacieron en la localidad de Tizatlán, señorío de Taxcala.
Al igual que Cristóbal, fueron educados por los franciscanos, aunque luego su
formación la continuaron los dominicos. Los niños trataron de erradicar la
adoración de ídolos en su pueblo y en las aldeas de los alrededores. Sin
embargo, fueron descubiertos por pobladores de Cuautinchán, en Puebla, tratando
de poner fin a la idolatría y, como venganza, los golpearon hasta matarlos.
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