Enjuiciar a Norberto Rivera no es venganza, es mínima justicia para las víctimas de pederastas: Athié
***Ex
sacerdotes denuncian ante la PGR a Norberto Rivera por “encubrir a 15
pederastas”.
***Alberto
Athié lleva 20 años en lucha contra el silencio de la Iglesia Católica mexicana
ante los crímenes de pederastia clerical.
***Hoy es
uno de los autores de la demanda en contra del Cardenal Rivera por
encubrimiento a al menos 15 sacerdotes pederastas, por la que la PGR ya abrió
una carpeta de investigación.
***Athié se pregunta: “¿Qué pasa en México? En México nunca se ha tocado, en toda la historia que yo conozca, a un Obispo o Arzobispo y menos a un Cardenal por acusaciones en su contra por la posible comisión de delitos. Nunca”. Una interrogante a la que él también tiene una posible respuesta: la Iglesia católica ha sido “un aliado histórico del PRI”.
Ciudad de
México, 14 de julio (SinEmbargo).– Al ex sacerdote Alberto Athié Gallo le
sorprendió que el Cardenal Norberto Rivera Carrera dijera en diciembre pasado,
ante los medios de comunicación, conocer de “unos 15 sacerdotes” que han
recibido sentencias de la Santa Sede por delitos de pederastia cometidos en
México.
“Sentencias
que, afortunadamente, no tenemos que dar nosotros; aquí tenemos que hacer la
investigación, se manda toda la documentación a la Doctrina de la Fe, a Roma, y
el Santo Padre es el que ha tomado las decisiones en esos casos tan dolorosos,
porque sí han sucedido aquí en México”, dijo Rivera Carrera entonces.
Reunido con
periodistas en un “desayuno navideño”, el comentario fue partede la
respuesta que el Cardenal dio a una pregunta sobre cómo había vivido “los
ataques” y señalamientos de que había protegido a sacerdotes presuntamente
pederastas, como Nicolás Aguilar Rivera, acusado en Los Ángeles en 2014.
“Afortunadamente,
en aquellas cosas de que he sido acusado, por supuesto que el que ha hecho esas
denuncias no tiene ninguna prueba”, dijo Rivera. “Yo no he protegido
absolutamente a ningún pederasta”, agregó.
Para
Alberto Athié, en cambio, la afirmación de Rivera Carrera es una evidencia
suficiente como para que la Procuraduría General de la República (PGR) inicie
una investigación que determine si encubrió o no a esos 15 sacerdotes cuyos
casos, afirma, deberían ser procesados por la justicia civil y no sólo
eclesiástica.
“Él dice
literalmente que los investigó, que envió los expedientes a Roma, que los
encontraron responsables y los sentenciaron. Esos expedientes no deben estar
sólo en Roma, o en el Archivo de la Diócesis: esos expedientes, por deber de
ciudadanomexicano, tienen que estar en manos de las autoridades
competentes, porque los que han quedado en absoluta indefensión, abandono y
desprecio son, otra vez, las víctimas. ¿Donde están? ¿Quiénes son? ¿Qué ha
pasado con sus procesos de justicia?”, dice Athié en entrevista.
Con las
declaraciones de Rivera, contenidas en un video de la casa productora de la
Arquidiócesis, Athié y el también ex sacerdote José Barba se presentaron el
pasado mes de junio en la PGR para denunciar el probable delito de
encubrimiento por parte del Cardenal, que quedó pendiente de investigación en
la carpeta FED/SDHPDSC/UNAI-CDMX/0000425/2017.
“Lo que nos
interesa es que se haga, de veras, una investigación a fondo de la realidad de
estos procesos de encubrimiento y, por tanto, la primacía de la verdad.
No nos
interesa la venganza ni el desquite, sino la verdad, que de la verdad se llegue
a la responsabilidad, y que esa responsabilidad lleve a fincar presuntos
delitos y sea consignado para que, en procesos orales, (las víctimas)
pudiesen dar la versión de lo que han vivido y de los daños que han sufrido
para que el juez determine la responsabilidad del presunto encubrimiento del
Cardenal Rivera”, explica México tiene los pederastas más crueles de la
Iglesia: Athié
ANTES DE
2010, ‘NO SE TENIA OBLIGACION DE DENUNCIAR’
Consultado
sobre la denuncia de Athié ante PGR, el vocero de la Arquidiócesis Primada de
México, Hugo Valdemar, envió a este medio un posicionamiento que menciona que
la acusación “tiene su origen en un odio personal” y que carece de pruebas.
Sobre los
15 casos de los sacerdotes sentenciados que Rivera mencionó en el desayuno,
Valdemar explica que “entre ese grupo de 15 sacerdotes, hay, en efecto,
acusados por el delito de pederastia; sin embargo, el Cardenal Norberto Rivera
Carrera envió esos casos a Roma, donde se les llevó a cabo un juicio, y el
Santo Padre determinó su expulsión. Eso no es encubrimiento; encubrirlos habría
sido no tomar ninguna acción contra ellos, ellos, cambiarlos de parroquia, ocultar
los hechos o darle largas a la familia, pero nada de eso ocurrió. El señor
Cardenal actuó de forma debida, según la ley canónica”.
Valdemar
agrega que, antes de la reforma de 2010 al Código Penal Federal, no existía la
obligación para que quienes conocieran de abusos contra menores presentaran
denuncias ante autoridades civiles.
“Ignorando
la ley o soslayándola con toda mala intención, afirman que el Cardenal Rivera
Carrera debió haber denunciado ante la ley civil a dichos sacerdotes retirados
de su ministerio por el Sumo Pontífice. Sin embargo, la mayoría de estos ex
ministros cometieron dichos ilícitos antes del 2010, año en que se llevó a cabo
la reforma al Código Penal Federal que obliga a personas o instituciones a dar
parte a la autoridad en caso de tener conocimiento de un abuso contra un menor;
antes de esta reforma, no se tenía esta obligación. Se ha registrado un caso
posterior a esta ley, mismo que en su momento fue denunciado ante la autoridad;
es decir, que el Cardenal Rivera Carrera ha actuado conforme a las leyes
canónicas y civiles”, dice el vocero.
Athié lleva
20 años en lucha contra el silencio de la Iglesia Católica mexicana ante los
crímenes de pederastia clerical. En 2003 renunció al sacerdocio por lo que
consideró protección del Cardenal Norberto Rivera Carrera y de los diferentes
papas hacia el sacerdote mexicano Marcial Maciel Degollado, fundador de los
Legionarios de Cristo y uno de los casos más conocidos de abuso sexual contra
menores.
En 2014,
Athié también fue testigo en una corte de Los Ángeles durante el juicio
realizado al sacerdote mexicano Alberto Aguilar, quien llegó ahí, de acuerdo
con reportes de prensa, cuando en México fue señalado y luego acusado también
allá de cometer delitos sexuales contra al menos 26 menores.
“(Rivera)
se refirió al caso de Los Ángeles, y que logró, según él y su equipo, ser
exonerado; pero sabemos que lo que pasó fue que el juez dijo que no tenía
elementos para atraer a su jurisdicción el caso de Rivera, porque las mismas
acusaciones de protección al padre Nicolás Aguilar que se ejercieron contra el
Cardenal (Roger) Mahony, allá sí encontró el juez elementos no sólo para
declarar encubrimiento y daño a muchos niños, sino que además sancionó al
obispo Cardenal de Los Ángeles. La Arquidiócesis tuvo que pagar indemnizaciones
muy altas y el Arzobispo tuvo que renunciar al cargo por el mismo delitos. Es
decir, que si hubiera atraído el caso de Rivera, muy probablemente hubiera
quedado implicado como responsable de ese caso”, afirma.
“¿Qué pasa
en México? En México nunca se ha tocado, en toda la historia que yo conozca, a
un obispo o arzobispo y menos a un Cardenal por acusaciones en su contra por la
posible comisión de delitos. Nunca.
Llevamos 20 años; no somos improvisados, no
estamos viendo de qué manera encontramos la forma de pegarle alCardenal y
ahora que va de salida, no: llevamos 20 años luchando para demostrar, porque
hemos demostrado con investigación, estudios, testimonios, que el Cardenal
Rivera ha sido un sistemático encubridor de sacerdotes pederastas desde que
estaba en Tehuacán, hasta el caso del padre Maciel, que fue el primer caso
público en la Ciudad de México”, agrega en entrevista.
–¿Hay
información de quiénes serían estos 15 sacerdotes?
–Lo primero
que a mí en, lo personal también me sorprendió, es que él haya, además de decir
que nunca encubrió a nadie, [asegurado] que siempre salió limpio. Yo sí creo
que el logro del Cardenal Rivera, en términos institucionales, es nunca haber
sido imputado de ninguna responsabilidad, nunca haber llevado a tribunales a
ningún sacerdote, salvo uno, que es el padre Carlos López, que no ha sido
sentenciado, y además nunca haber tenido una protesta pública o acusaciones
masivas de víctimas, como ha pasado en otros países. Entonces, él es como un
modelo de obispo exitosoen materia de impunidad y de protección. Yo sí creo
que, en ese sentido, obviamente, esta declaración suya de decir ‘nunca he
protegido a nadie, si tuve 15 casos’ que están relacionados no con cualquier
tema, como dice el vocero Hugo Valdemar, sino relacionados estrictamente con el
tema de la pederastia, porque además de decir ‘tuve 15 casos’, dice ‘los
investigué, mandé los expedientes a la Santa Sede, a la Congregación de la
Doctrina de la Fe, que es la que se dedica a ese tipo de delitos, y allá fueron
sentenciados’. Afortunadamente, dice él, ‘yo no tuve nada que ver en las
sentencias’. Entonces, en ese sentido, él se ufana y se siente un obispo limpio
en su conciencia porque cumplió con su deber religioso y, bueno, tendrán sus
procedimientos adentro y son respetables en la medida que cumplen con las leyes
de los países donde están, que ese es el gran problema de la Iglesia Católica
no sólo en México, sino en todas partes en el mundo: se han dedicado dedicado a
manejar internamente los miles de casos que tienen de pederastas, que han
abusado (…) sin reportarlos a las autoridades y buscando el menor daño posible
a la imagen institucional y al prestigio de sus representantes.
–¿Esta
sería la primera vez que se inicia un proceso penal contra Rivera?
–Yo sí creo
que ha habido varias denuncias; de hecho, incluso, recuerdo una del PRD en
contra del Cardenal Rivera cuando se supo todo respecto de Maciel […]
encubrimiento de un criminal, tal cual, nunca prosperó. Esto fue cercano a
2010, yo presenté una denuncia contra la Arquidiócesis de San Luis Potosí,
nunca han prosperado más allá de la presentación de la denuncia, o se guarda
silencio o se desecha, como fue el caso de San Luis.
Esta sí es
la primera vez que se presenta una denuncia formal contra el Cardenal Norberto
Rivera por presunto delito de encubrimiento de pederastas y, por tanto, es un
delito federal, que prospera en términos de que sede que se le abre una
carpeta de investigación.
–¿Quiénes
considera que son quienes han protegido políticamente a Norberto Rivera?
¿Cuáles son sus vínculos con el poder?
–Va a salir
un libro, que vamos a publicar varios y varias, y una parte de mi análisis es
precisamente ese: Norberto Ribera viene de la Arquidiócesis de Durango en el
tiempo […] en el que el PRI está en una grave crisis interna y necesita un
reposicionamiento, y ahí viene la promesa de la reforma, y primero de
reconstruir otra vez las relaciones Iglesia-Estado, y por otro lado de darle
finalmente un estatus jurídico a la iglesia, pero eso implicaba, por un lado,
ser un aliado histórico del PRI, que creo que todavía sigue la mayoría de los
obispos.
Por otro
lado, está todo el tema de la lucha conjunta a todos los procesos de lo que se
llamaba en esa época Iglesias pastores, sacerdotes liberacionistas, de la
Teología de la Liberación. Si ustedes recuerdan, el gran problema de Carlos
Salinas de Gortari fue la guerra deChiapas, y el responsable, comandante de
esa guerra era don Samuel Ruiz; entonces, acabar con Don Samuel era acabar con
ese grupo conflictivo que desestabilizaba al Gobierno, al priismo y al mismo
país. Ahí es donde nacen estas alianzas muy fuertes. Pero luego Rivera se va
volviendo un obispo clave en este modelo de acabar con el comunismo en México,
la Teología de la Liberación y el marxismo que entraba por la puerta de la
Iglesia. Es decir, el gran problema para el papa Juan Pablo II era que el
comunismo estaba entrando en América Latina a través de la Iglesia, cuando
ellos habían luchado por liberar a Polonia y Europa del Este del comunismo.
Entonces este grupo, que se llamó el Club de Roma, era clave para consolidar un
modelo de iglesia que le diera fortaleza al régimen priísta y, por otro lado,
acabara con el enemigo público número uno. Pero, dentro de eso, se necesita una
iglesia impoluta, perfecta y, por tanto, no caben los pederastas, no caben los
disidentes y no caben los contestatarios. Entonces, Rivera se convirtió
precisamente en el jugador de esas tres claves para fortalecer un modelo como
el que hoy se está derrumbando en todos lados: una iglesia poderosa, muy fuerte
moralmente, en apariencia, porque no tiene problemas internos; una Iglesia que
acaba con los disidentes, y en eso la lucha de todos los obispos
liberacionistas, y eso muestro en el análisis, cómo fueron pegándole a todos
los disidentes del norte y a los liberacionistas en el sur-sureste. Por eso
Norberto Rivera fue enviado a Tehuacán y ahí acabó con el Seminario Regional
del Sureste, que daba formación a los sacerdotes de la zona sur sureste del
país, que es extremadamente pobre, con mayorías indígenas, totalmente al margen
del modelo de Tratado de Libre Comercio que pretendía Carlos Salinas.
–¿Obtuvo
Norberto Rivera impunidad a cambio de acabar con los sacerdotes liberacionistas?
–Era parte
de la alianza que estos modelos económicos lograran consolidarse. Eso lo tenía
clarísimo Carlos Salinas de Gortari. Ahora, ¿qué le tocó a él? Por un lado acabar con
los obispos, sacerdotes, comunidades de base, que le apostaban a los cambios
estructurales, a una democratización que pasara por un modelo social cristiano,
o socialista; estaba en debate esa cuestión. A él le tocaba, desde aquí, acabar
con eso y su papel más importante fue acabar con los obispos más importantes,
sobre todo con don Samuel Ruiz, que es donde narro hasta dónde fueron capaces
de llegar con tal de acabar con Don Samuel, cuyo efecto más grave y más dañino
fue la masacre de Acteal (en 1997). Norberto jugó estos papeles y, cuando lo
hacen Arzobispo de México, ya venía con la experiencia de haber logrado que
Nicolás Aguilar se fuera a Estados Unidos y que no pasara nada en Tehuacán, a
las víctimas las convenció de que no denunciaran; logró acabar con el Seresure.
Entonces, se muestra el perfil de un obispo duro, intransigente que cumple con
las consignas que le encomiendan y, bueno, se lo trajeron a la Arquidiócesis de
México, donde con los obispos, sacerdotes, comunidades de base, que le
apostaban a los cambios estructurales, a una democratización que pasara por un
modelo social cristiano, o socialista; estaba en debate esa cuestión.
A él le
tocaba, desde aquí, acabar con eso y su papel más importante fue acabar con los
obispos más importantes, sobre todo con don Samuel Ruiz, que es donde narro
hasta dónde fueron capaces de llegar con tal de acabar con Don Samuel, cuyo
efecto más grave y más dañino fue la masacre de Acteal (en 1997). Norberto jugó
estos papeles y, cuando lo hacen Arzobispo de México, ya venía con la
experiencia de haber logrado que Nicolás Aguilar se fuera a Estados Unidos y
que no pasara nada en Tehuacán, a las víctimas las convenció de que no
denunciaran; logró acabar con el Seresure. Entonces, se muestra el perfil de un
obispo duro, intransigente que cumple con las consignas que le encomiendan y,
bueno, se lo trajeron a la Arquidiócesis de México, donde pensó que podía
consolidar el modelo de obispo de esa naturaleza.
–
¿Esperaría que la PGR citara a declarar a Rivera?
Lo tiene
que hacer; es un tema que la ley le obliga a hacerlo. Él dice literalmente que
los investigó, que envió los expedientes a Roma, que los encontraron
responsables y los sentenciaron. Esos expedientes no deben estar sólo en Roma o
en el archivo de la Diócesis; esos expedientes, por deber de ciudadano
mexicano, tienen que estar en manos de las autoridades competentes, porque los
que han quedado en absoluta indefensión, abandono y desprecio son, otra vez,
las víctimas. ¿Donde están? ¿Quiénes son? ¿Qué ha pasado con sus procesos de
justicia?
– ¿No
sabemos si estos casos son del padre Maciel?
Esa es una
pregunta que tiene que resolver el Arzobispo, cuando dice que atendió 15,
¿quiénes son? Todo debe partir de denuncias. ¿Cuántas víctimas son de cada caso
de los 15? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que la mayoría de los pederastas
clericales son abusadores sexuales seriales; es decir, la mayoría tienen muchos
casos en sus procesos de abuso que han tenido, porque los dejan en los cargos
sacerdotales muchos años o los cambian sabiendo que son abusadores, entonces
acumulan casos; es decir, es un modelo de abuso gravísimo en el mundo. La
cuestión es cómo logran abusar de tantos niños y por tanto tiempo y en tantos lugares
distintos si no son protegidos de alguna manera.
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