Por Mario García
La lista de candidatos a alcaldes dada a conocer por
el Comité Directivo Estatal del PAN causó desilusión entre militantes de años
que ingenuamente habían creído en el anunciado cambio para a partir de
este
rescatar a Veracruz.
En los hechos la Comisión Permanente del PAN se pasó
por el arco del triunfo -o quizás debamos decir el clan Yunes- los puntos
establecidos en su convocatoria para la inscripción de precandidaturas, púes al
final abrió el paso a recomendados que durante el período de selección interna
en ningún momento hicieron manifiestas, al menos públicamente, sus aspiraciones.
En este proceso los panistas de corazón, esos que
han sudado la camiseta promoviendo el voto casa por casa en cada elección y que
ahora reclamaban su derecho a ser elegibles, se vieron atajados por una enorme
barrera de intereses de grupos.
Basta citar el caso de La Antigua donde se designa
como candidato a presidente municipal a Hugo Castro Rosado, quien lleva a cuestas
un pasado gris como regidor y una cuestionada administración como director de
la Comisión Municipal de Agua Potable y Saneamiento de La Antigua en el periodo
2014-2015, donde el ORFIS le detectó un
desorden financiero –que no quebranto patrimonial- de casi un millón de
pesos al haber aplicado descuentos discrecionales a sus amigos, entre los que
se sabe en Cardel está el propietario de conocido bar ubicado por las vías del
ferrocarril.
En su planilla, ya avalada por el CDE-PAN, Castro Rosado lleva como sindica a Elizabeth
Melchor Velázquez, concubina del
presidente municipal de La Antigua, y como regidor primero a Enrique Murrieta
Jácome.
En la primera de las designaciones el descontento de
los panistas es casi generalizado, ya que llevar como sindica a Elizabeth
Melchor significa dar continuidad a lo que ha sido una administración municipal
marcada por la opacidad en la aplicación de los recursos, y del repentino
cambio de estilo de vida en la pareja que ahora gobierna el municipio
Para la población no pasa desapercibido el recuerdo
de un pasado en el que la ahora candidata a sindica sobrevivía como pepenadora
hasta que encontró el amor en el entonces ferretero Felipe de Jesús Fabián
Medina “Mi Negro”.
Pero el verdadero premio de la lotería le llegó
cuando su conyugue logró la presidencia municipal de la antigua y de inmediato
sus vecinos de la Ribera del Río comenzaron a ver como se transformaba la
humilde vivienda de Melchor Velázquez en lo que ahora llaman La Negra Mansión
del Negro (la descripción de su interior merece otra entrega especial).
Su estatus dio un giro de 360 grados, cambió los
modestos vestidos, los huaraches y zapatos de piso por ropa de prestigiadas
tiendas y vistosas zapatillas, sin faltar la camioneta de lujo.
A sus familiares, por cierto muy numerosos, les
encontró acomodo en el ayuntamiento.
La mayoría de sus hermanas han transcurrido en esta
administración realizando el cobro de paso por el balancín de La Posta, que
después del CMAPS, es considerado la segunda caja chica del municipio, cuyos
ingresos no llevan una contabilidad transparente, pero en base reportes de
administraciones pasadas la atajada es bastante jugosa.
Tanto que el concesionario de la autopista Cardel-Veracruz
intentó abrir una caseta de cobro en ese lugar y la respuesta del alcalde
Felipe de Jesús Fabián Medina fue contundente cuando con maquinaria y apoyado
por el personal del ayuntamiento tapó e impidió los trabajos que ya estaban
avanzados para la instalación de la caseta.
Esa es la semblanza de la flamante aspirante a
síndica que lleva en su planilla Hugo Castro Rosado
Ahora bien la designación Enrique Murrieta Jácome
como regidor primero es un asunto que pone en evidencia la democracia interna del
Partido Acción Nacional.
Resulta que Enrique Murrieta a pesar de ser panista
no se registró para ningún cargo de elección, por lo que tampoco presentó
renuncia como director jurídico de la Comisión Municipal de Agua Potable y Saneamiento
de la Antigua, y no obstante no haber cumplido con el requisito del registro y
el de no ostentar algún cargo público el partido lo incluyó en la primera
posición como regidor violando así su propia convocatoria.
Es aquí donde el panismo de La Antigua se pregunta de qué sirvió haberse
apegado a lo establecido en la convocatoria si al final la decisión iba a ser
cupular.
Agraviados fueron aquellos que teniendo un cargo
renunciaron para no estar impedidos en participar y finalmente se premia con
una regiduría a quien no cumplió con lo establecido en la convocatoria.
Sumamos a eso el hecho de que pocos se tragaron el
cuento de que en la encuesta Hugo Castro Rosado resultó en primer lugar, dejando
atrás marcadas preferencias a favor de Adolfo Carrión Carrillo.
Quienes palomearon la candidatura o no conocen la realidad
de La Antigua o de plano le están apostando a una deliberada derrota del
blanquiazul en las urnas.
Ahora bien, para entender los intereses de grupos y
sus ambiciones personales por encima del bienestar de la población hay que recordar
algunos antecedentes.
Comencemos por el vergonzoso despedido de Hugo
Castro como director de la Comisión Municipal de Agua Potables y Saneamiento de
la Antigua por parte del presidente municipal, Felipe de Jesús Fabián Medina,
generándose en esos momentos una confrontación que llevó a Castro Rosado a
promover un amparo para poder permanecer al frente de CMAPS sin que lograra su
propósito.
El origen del desencuentro se le atribuyó a la
alianza que había hecho Castro Rosado con el actual síndico Mario Palmeros
Alarcón, el cual durante mucho tiempo ha ejercido una especie de cacicazgo político
en La Antigua.
Resulta que esa alianza no fue del agrado del
alcalde Felipe de Jesús Fabián Medina a pesar de que su candidatura a alcalde y
posterior triunfo se lo debe en parte al impulso que le dio Mario Palmeros
Alarcón, luego de que la empresaria Patricia Montiel Escobar declinara a ser la
candidata externa del blanquiazul tras ser seducida por las promesas de la ex
alcaldesa de Puente Nacional, Mercedes Aguilar Cerda, de que tendría todo el
apoyo del PRI para ser su abanderada, cosa que no ocurrió quedándose Patricia
Montiel como el perro de las dos tortas.
Ya como alcalde y al paso de los meses Fabián Medina
decidió sacudirse a Mario Palmeros iniciando así una enemistad que parecía ser
para siempre, pero la ambición y el deseo por seguir mamando de la ubre los
volvió a reencontrar en este proceso de selección de candidatos a alcaldes,
donde Mario Palmeros hace la función del El Titiritero asesorando y moviendo a
su antojo a Hugo Castro Rosado.
A ninguno de los tres implicados les importaron los
agravios del pasado con tal de seguir viviendo del presupuesto público y ante
la sorpresa de muchos apareció Elizabeth Melchor como candidata a sindica.
La integración de esa planilla solo presagia una
derrota para el PAN con Enrique Murrieta Jácome como único triunfador debido a
que por estar en la primera posición como candidato a regidor él tiene
asegurado el cargo gane o pierda el blanquiazul.
DE RIBETE…A todo eso hay que sumarle la
inconformidad que puedan tener los perredistas al habérseles ignorado para la
integración de la planilla.
En el PRI por el contrario ya se frotan las manos
para volver a gobernar en La Antigua.
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