ES EL POSICIONAMIENTO
DEL COMITÉ DIRECTIVO ESTATAL DEL PRI EN VERACRUZ
XALAPA, Ver.- La aprehensión del ex gobernador interino Flavino Ríos Alvarado es una venganza política orquestada por el actual gobernador panista Miguel Angel Yunes Linares a través de la Fiscalía General del Estado, coincidieron los distintos sectores del PRI en Veracruz.
El posicionamiento se hizo oficial el día de hoy por medio de un comunicado:
Flavino Ríos
es un político profesional, militante priista distinguido, producto de la
meritocracia y la congruencia, que en todos los cargos que ha desempeñado se ha
caracterizado por su disposición al diálogo, la construcción de acuerdos y el
respeto a la ley.
Ha quedado
en evidencia que en Veracruz, todos los que disentimos de la manera de pensar del
actual Gobernador, vivimos en un estado de persecución política permanente;
donde la Fiscalía del Estado es una herramienta del poder, que transgrede la
ley y acomoda sus investigaciones al servicio de la política partidista.
El propio
doctor Ríos Alvarado, el día de ayer, manifestó que enfrentará esta
circunstancia con tranquilidad, porque, según sus propias declaraciones, él no
ha cometido ningún delito y demostrará su inocencia. Incluso, señaló su
confianza en la aplicación de la justicia y en las autoridades judiciales para
demostrar su inocencia.
Ante el
escenario de persecución política, con una agenda electoral clara, esta
dirigencia, un servidor como Presidente del Comité Directivo Estatal, los
sectores y organizaciones que forman parte de él y diversos representantes
populares veracruzanos de nuestro partido, asumimos una posición crítica y
denunciamos la actuación de un Gobernador que utiliza la Fiscalía General del
Estado, todo el aparato de seguridad y probablemente alguna parte del Poder Judicial,
para sus objetivos insaciables de venganza y el intento desmedido de amedrentar
a la oposición.
Los
priistas, como oposición, debemos contener el poder autoritario, populista y
mediático que el Gobernador ejerce, con el único objetivo de enrarecer el clima
político de la entidad en este 2017 y construir un mandato de poder absoluto.
La política
debe ser el ejercicio más alto del sentido de la responsabilidad, el
reconocimiento del disenso y el respeto irrestricto de las opiniones que no
siempre son coincidentes.
Desde esta trinchera, respetamos lo que nos ha enseñado la historia del
mundo: nadie es poseedor de la verdad absoluta y nadie, nunca, debe usar el
poder para intereses mezquinos.
Los priistas
de Veracruz, en esta nueva etapa, hemos hecho un profundo acto de conciencia.
No olvidamos los agravios del pasado. Reconocemos nuestros errores, pero nunca
renunciaremos a defender las causas justas del pueblo de Veracruz, a sus
ciudadanos y a sus instituciones.
Ante los
escenarios de violencia desbordada que vive Veracruz y los índices de
delincuencia históricos en estos primeros tres meses de gobierno, es totalmente
inconcebible que las tareas de impartición de justicia en el estado y los recursos
de las instituciones estén dirigidos únicamente a satisfacer la voluntad
particular del Ejecutivo.
Esta
dirigencia exige que se preserve el estado de derecho, que el procedimiento
jurídico-penal que enfrenta el Dr. Flavino Ríos Alvarado se lleve con todas las
garantías constitucionales que nos asisten a todos los mexicanos y que las
comisiones Estatal y Nacional de los Derechos Humanos revisen cualquier posible
inconsistencia jurídica que afecte las garantías de un ciudadano veracruzano.
Desde aquí,
alzamos la voz por la revisión inmediata de la actuación de la Fiscalía, de su
titular y de todos aquellos funcionarios que están involucrados en esta
evidente transgresión a la ley, y en muchas más que anónimamente y en el rostro
de cualquier veracruzano pudieran existir.
También
exigimos que en todas aquellas denuncias en las que está involucrada la
“familia en el poder” o actores que son protegidos por ellos mismos, se actúe
con la misma celeridad y rapidez.
Ha llegado
el momento de que los priistas seamos una oposición real y contundente en
Veracruz; no podemos ser partícipes y mucho menos permanecer estáticos mirando
cómo se violan los derechos y garantías de éste o de cualquier ciudadano.
Comentarios