El síndico único de Úrsulo Galván, Rafael Martínez Garcés, se
encuentra en medio de la duda de si a caído o no, en la tentación de las
dádivas o moches acostumbrados para la agilización de trámites o autorizaciones
que se le solicitan como parte de sus
funciones edilicias.
La repentina compra de un camión materialista, sacado de agencia con un valor superior a los 700 mil pesos, genera sospechas de si es producto de los ahorros de toda su vida o de su buena fortuna al haber sido electo como síndico del ayuntamiento de Úrsulo Galván.
Martínez Garcés tiene a su cargo las comisiones de Hacienda y Patrimonio Municipal, Catastro, Limpia Pública, Actos Cívicos, Gobernación, Reglamentos y Circulares, además de Comunicaciones y Obras Públicas.
Estas dos últimas coincidentemente le quedan muy a modo dentro de su nueva faceta como empresario transportista en el acarreo de materiales.
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